Al hacer un balance de estos veinte años de tragedia chavista, se necesita piel de culebra para no morir en el intento. Pocas veces país alguno ha tenido nuestras oportunidades de transformarse en una potencia económica.
Nuestra posición geográfica privilegiada facilita el comercio internacional y las telecomunicaciones como ninguna otra nación suramericana. Los paisajes que tenemos invitan pensar en los desarrollos turísticos que dejarían boquiabierta al mundo entero. La Riviera Francesa y las islas del Caribe podrían estar mirándonos con recelo, al observar cómo nuestro Litoral Central y el resto de nuestras zonas costeras florecen con balnearios, hoteles, bulevares, teatros, restaurantes, cafés y plazas públicas.
En materia energética, pudimos haber incrementado la participación de toda la cadena de valor, invitando a participar a las firmas más emblemáticas del planeta en prácticamente cualquier área de negocios. Cada dólar invertido en PIB petrolero, produce el doble en PIB no petrolero, el impulso es total. Con nuestras reservas de hidrocarburos, podríamos estar impulsando la apertura más vibrante del mundo, haciendo de Venezuela el país emergente de mayor atractivo para la inversión local y trasnacional.
Y si miramos el sector gasífero, contamos con un potencial que corta el aliento, con un mínimo de voluntad política y seriedad jurídica, podríamos estar usando y exportando gas a los principales mercados, haciendo palidecer a países como Trinidad y Tobago, hoy una potencia en gas por derecho propio.
Todas estas inversiones, motorizarían los proyectos de infraestructura vial y urbanística, atrayendo a los mejores, para construir autopistas como las japonesas, edificios como los de Dubái y electricidad como las Vegas.
La primera necesidad del renacimiento es pensar en esto y ejecutarlo. Este es el reto… pero primero hay que lograr la Libertad… y aquí es donde la materia prima humana deja mucho que desear, y todos los sueños se desploman.
Apreciado Juan Carlos, lo más importante, creo yo, es la voluntad ciudadana que está por encima de tanta politiquería. Debemos desplazar a quienes entorpecen nuestra libertad. … seguir desenmascarándolos y darles duro. Yo no quiero perder mi país, ni morirme fuera de mi tierra. . Usted es pilar importante en esta lucha y, debe seguir firme para acabar con los falsos políticos. Gracias por sus análisis tan acertados e inteligentes. Somos más y no podemos dejarnos arrebatar lo que nos queda, reconstruiremos Venezuela y será grande. Contamos con usted y sus conocimientos. Cariños
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