El avión despegó puntual. Todos los pasajeros hacían vítores al piloto, el tal Jimmy. ¡Por fin alguien los llevará a la isla! Aplaudían, agradecían y felicitaban al tercio. Las mujeres iban a la cabina y lo besaban.

El avión despegó puntual. Todos los pasajeros hacían vítores al piloto, el tal Jimmy. ¡Por fin alguien los llevará a la isla! Aplaudían, agradecían y felicitaban al tercio. Las mujeres iban a la cabina y lo besaban.
A continuación, el discurso de graduación que ofreció David Foster Wallace a los estudiantes de Kenyon College (2005). Estas palabras, repletas de sabiduría, tocan la fibra de todos nosostros. Es una genuina obra maestra.
La intangibilidad, lo etéreo del misterio, azuzó la imaginación del hombre, y entonces comenzaron a surgir los diversos comportamientos que buscaban armonizar la vida humana con el entorno natural.
Desde tiempos inmemoriales, el pueblo judío quedó marcado con el signo de las tradiciones, y de una profunda formación espiritual e intelectual.
Homenaje al 131 cumpleaños del Autor de The Waste Land.