
Crónica de un editor en Revolución
Maniobra para no colisionar con alguna de las infinitas motos que vuelan por todas partes. Se le viene un hueco —si cae allí llega a China— pero lo esquiva. De fallarle los reflejos estaría llorando su tren delantero, o quizás atónito en la Gran Muralla o contemplando el Palacio de Pu Yi.