
Cuerpo que seduce a dos
Todas esas sensaciones se fusionan en impulsos nerviosos, que estimulan la inspiración poética. Cuando el poeta los plasma en versos, el proceso es misterioso, porque el contenido de esa poesía parece provenir de cavernas inhóspitas, de musas mágicas que susurran al espíritu y mueven la mano del artista.