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La libertad individual y don Quijote de la Mancha.

Por eso decidí rendirle un pequeño homenaje al Quijote, que es mi agradecimiento por todo lo que me ha dado. Ese es el motivo de ensayo que hoy les presento. Quise indagar sobre la «realidad» y la «libertad individual» asociadas con Don Quijote, intentando desprenderme de mis propias emociones. Entendí que eso es imposible, aunque intuí que no sería un problema, sino todo lo contrario: me ayudaría a disfrutar cada hora invertida. Así las cosas, he procurado darles un contenido académico a mis emociones y evaluar hasta qué punto podían justificarse a través de la teoría literaria y filosófica. Eso me dio la oportunidad también de rendirle un modesto homenaje a otros de mis grandes compañeros de soledad: Jorge Luis Borges, Octavio Paz, Friedrich Nietzsche, Arthur Schopenhauer, Martin Heidegger, Miguel de Unamuno, Arturo Uslar Pietri, Erich Fromm, y, muy especialmente, Viktor Frankl, a quien considero una de las personas más importantes que han pisado la Tierra. Su mensaje es sencillo y tiene el poder de transformar el mundo, el que cuenta: el propio mundo. 

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Prólogo de «La Libertad Individual y Don Quijote de la Mancha» por Fernando Javier Rojas Casorla PhD

El autor, partiendo de los conceptos y las interpretaciones que sobre la libertad individual y la realidad ofrecen reconocidos pensadores de la tradición filosófica occidental, como Platón, Friedrich Nietzche, John Stuart Mill, Víctor Frankl y Erich Fromm, nos presenta una innovadora comprensión de la figura de don Quijote (…) El libro es evidencia de la cosecha de aquellas opimas semillas sembradas por el autor, que se ha dedicado concienzudamente no solo al estudio de la pieza más importante de las letras españolas, sino también a la revisión exhaustiva de sus comentaristas y estudiosos.

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Literatura fundacional: mano que salva del abismo

Acierta Octavio Paz al entender que escribir implica una profesión de fe y que las raíces de las palabras se confunden con las de la moral. Pero no comparto su optimismo acerca de las palabras como resultado de un ejercicio puro del pensamiento. Para lograr eso, habría que considerar las ideas como una cápsula aislada de la complejidad del ser, de sus miedos, de sus anhelos y frustraciones, independientes de ese cuarto oscuro donde el individuo persigue una luz a partir de su tenebrosa soledad.